“No necesitábamos confirmarlo, pero la confirmación ha llegado. Para los responsables políticos, la pérdida del patrimonio natural apenas preocupa en comparación con la victoria de la Roja. Es a ese ardor patriótico al que prestó Rajoy su atención y no al fuego que arrasaba cincuenta mil hectáreas de pulmón verde. No es un agravio comparativo, sino menosprecio de los “servicios ambientales” que aportan las masas forestales. El 51% de la superficie del País Valencià ayer, y hoy solo el 46. Poca cosa para un neocon incapaz de valorar su aporte económico inducido al PIB, ni siquiera el coste en derechos de emisión de un CO2 que absorben y "fijan". Un aporte cuantificable en unos 10 mil euros por hectárea, que conocen pero no comprenden, desde su obsesión por un PIB y una economía virtual que no valora lo importante. “
Así habla Antonio Arnau de Ecologistes en Acció del País Valenciá. Hemos perdido 500 millones de renta anual con éste incendio, pero de una renta que no figura en los Presupuestos de la Generalitat. La obsesión por los recortes del PP ha tenido en la Comunidad Valenciana su cara más dramática, y si nos remontamos a la última década esa obsesión de recortes en lo público que ahora afecta a todo el Estado, tuvo en ésta Comunidad Autónoma un patético precedente, pues al mismo tiempo que se recortaba en educación, que se privatizaban hospitales y que se despedían trabajadores públicos de todos los sectores (incluido Medio Ambiente) los/as prohombres y mujeres que gobernaban en el País Valenciá despilfarraban no cientos, sino miles de millones en faraónicos proyectos que resultaron ser un fiasco. Eso trajo consigo la ruina del gobierno autonómico y uno de los déficits más altos de todo el Estado Español.
Aparte de las consideraciones especulativas de si es o no un incendio provocado, y la responsabilidad penal de los autores, el pueblo valenciano una vez más es el gran perjudicado de la ineptitud de sus gobernantes, pero más grave aún es que ésta Comunidad Autónoma sea la más afectada por casos de corrupción. Los gobernantes valencianos abrieron las puertas de par en par a la especulación inmobiliaria en la década de los sesenta con el beneplácito de los gobiernos del dictador, una práctica, que a pesar de las leyes posteriores a la transición, no ha cesado e incluso a aumentado desde que el PP gobierna en el País Valenciá. Éstas prácticas de buscar subterfugios para torear una y otra vez a las leyes nacionales han llevado a muchos gobernantes a recalificar suelos de zonas quemadas para desbloquear la prohibición de construir en ellas. Hemos de recordar que durante muchísimos años el País Valenciá y el reino de las dos Sicilias pertenecieron a la corona de Aragón por lo que no es de extrañar que las prácticas mafiosas del sur de Italia se hayan instalado en este lado del Mediterráneo por efecto simpático.
¿Cómo evaluar las pérdidas que ha provocado éste macroincendio en Valencia? A las pérdidas económicas de lo que el fuego ha arrasado hay que sumar el coste en vidas humanas (una de momento) pero también hay que sumar la emisión de CO2 a la atmósfera mas todo el oxigeno que dejarán de emitir todas esas hectáreas de bosque quemadas. El conseller de Governació Serafín Castellano aún no ha dimitido, y no creo que lo haga. Estamos demasiado acostumbrados a ver en puestos de responsabilidades concretas a personas que no tienen ni pajolera idea, pero que son buenos perros guardianes. La máxima de que “los incendios se apagan en invierno” no se ha seguido una vez más, el ahorro de poco más de 5 millones en servicios de prevención de incendios, con equipos de autobombas y personal para la limpieza de los montes aparte de contribuir a generar más paro ha generado este incendio de proporciones catastróficas.
Solo me queda desgajar en éstas líneas mi rabia por la pérdida de un patrimonio que no se podrá recuperar, pues un bosque quemado aunque se vuelva a repoblar dejará de ser un espacio natural virgen. Lanzar a los cuatro vientos mi rabia, porque parte de este terreno volverá una vez más a ser moneda de cambio para políticos corruptos y caladero de especuladores sin escrúpulos.
Y desde aquí: YO OS MALDIGO, MALDITOS BASTARDOS!
P.D. La vehemencia dialéctica de mis escritos es tanto producto de mis apasionamientos como una licencia literaria; líbreme el cielo de llamar bastardos a los políticos corruptos y los especuladores sin escrúpulos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario