jueves, 5 de enero de 2012

NO QUEREMOS BASURA NUCLEAR NI EN CUENCA NI EN CASTILLA LA MANCHA

Pilar García Carín - eQuoCuenca - Attac CLM

Una vez más las decisiones de nuestros políticos pasan por encima de los ciudadanos, hacen caso omiso de nuestras peticiones y se realiza acciones de forma irregular, todo esto añadido a la gran facilidad que nuestros gobernantes tienen para decir una cosa antes de las elecciones y llevar a cabo exactamente todo lo contrario cuando han alcanzado el poder.


Esta vez, la decisión de emplazar el ATC (Almacén Temporal Centralizado) en la localidad de Villar de Cañas está manchada de falta de transparencia, mentiras y falsas esperanzas; por no decir la peligrosidad que conlleva el almacenaje de residuos nucleares de alta intensidad y los desastres en potencia a los que nos podemos enfrentar. 

No hace más de un año a la actual presidenta de Castilla La Mancha se le llenaba la boca rechazando la ubicación de la ATC en Castilla-La Mancha (1) , tras la noticia sólo se ha dignado a decir que “no se puede servir a varios señores a la vez [...]” (2)

Las irregularidades sobre la decisión de presentar Villar de Cañas como candidata se han dado desde el principio puesto que ni la ciudadanía ni las organizaciones sociales han tenido acceso al proyecto del ATC, incumpliendo el artículo 6 del “Convenio sobre el acceso a la información, la participación y el acceso a la justicia en materia de Medio Ambiente”. (3)  No ha habido consenso territorial e institucional especialmente con la comunidad autónoma y las entidades locales afectadas.

El mismo alcalde de Villar de Cañas ha hecho declaraciones mencionando el secretismo con el que se tomo la decisión de solicitar la ATC a Villar de Cañas y como aliciente a toda esta trama, la vinculación de la secretaria-Interventora del ayuntamiento de dicha localidad Carmen Barco con ENRESA, empresa encargada de la gestión de los residuos, pues aparece en numerosos cursos y jornadas organizados por esta empresa.

Un añadido más son las promesas de desarrollo humano y económico que se les esta prometiendo a esta localidad. Víctor García de Lucas hizo en su día un completo estudio de poblaciones con los datos del INE de la zona del Cabril en la provincia de Córdoba. Aquí esta situado un Cementerio de Residuos Nucleares de media y baja intensidad. En el estudio se observa una clara disminución de la población desde el momento de entrar en funcionamiento el cementerio en 1986 hasta el 2009. Son datos que hay que tener en cuenta, por no hablar de la escasa ayuda que aporta el tener un vertedero de residuos nucleares para el desarrollo del turismo o la agricultura. (4)

Desde el momento en el que se instale el ATC, Cuenca pasaría a ser una comarca nuclear con lo que todas las denominaciones de origen de la provincia y alrededores se verían devaluadas, pues la gente prefiere productos que no tengan el sello nuclear. La provincia perdería el potencial económico a partir de sus propios recursos y pasarían a estar directamente relacionado con la energía nuclear.

Estos son unos datos más de los que ya conocíamos: la peligrosidad de la energía nuclear, creo que todos sabemos que las radiaciones presentan su máxima amenaza su naturaleza; no podemos ofrecer una defensa inmediata a costa de nuestra intuición o nuestros sentidos, las radiaciones no las podemos percibir sensorialmente, nuestras células la acumulan sin que nos demos cuenta de ello, especialmente cuando la irradiación es interna (exposición por inhalación e ingestión) sufriendo transformaciones y dando lugar a las mutaciones celulares, desencadenando diferentes tipos de cáncer. La Leucemia es el principal tipo de cáncer asociado con la exposición por radiaciones, pero no el único.

La radiación de los residuos nucleares que aquí se van a alojar tienen una muy longeva vida: Estos son los llamados residuos de alta actividad y emiten altas dosis de radiación. Están formados, fundamentalmente, por los restos que quedan de las varillas del uranio que se usa como combustible en las centrales nucleares y otras sustancias que están en el reactor y por residuos de la fabricación de armas atómicas (en España este último residuo no está permitido por el momento). También algunas sustancias que quedan en el proceso minero de purificación del uranio son incluidas en este grupo. En las varillas de combustible gastado de los reactores se encuentran sustancias como el plutonio 239 (vida media de 24 400 años), el neptunio 237 (vida media de 2 130 000 años) y el plutonio 240 (vida media de 6 600 años). Por tanto su peligrosidad se mantiene durante miles de años.

Sabemos además que la seguridad nuclear en la centrales está en entredicho tras las numerosas catástrofes nucleares, saldando vidas humanas y provocando desastres en el medio ambiente de las zonas siniestradas y en cientos de kilómetros alrededor. Todo el mundo recuerda el desastre de las Centrales nucleares de Chernobil en Ucrania y de Fukushima en Japón (entre otros muchos). Pero no sólo la centrales nucleares están expuestas a los peligros, sino cualquier centro que gestione material radiactivo, como en la Central de Procesamiento Nuclear de Mayak, Rusia, próxima a los Montes Urales. En Septiembre de 1957 liberó agua contaminada al río Techa fuente de agua potable de numerosas poblaciones. Un accidente en el sistema de refrigeración de uno de los tanques de almacenamiento de toneladas de residuos produjo una explosión no nuclear de gran intensidad, liberando la radiación y produciendo 200 muertes y miles de personas expuestas a radiación. Cientos de hectáreas quedaron estériles y fue considerado el peor accidente nuclear antes de Chernobil clasificado en el nivel 6 de la Escala de Accidentes Nucleares.(5)
 
En la localidad de Asse en Alemania donde se localiza un vertedero nuclear, se ha registrado un aumento significativo de casos de cáncer por parte de la población de la zona. (6)

Por tanto la seguridad del material contenido en la ATC no está garantizada y trae consigo riesgo de contaminación en caso de rotura de los cilindros de almacenaje. Además del peligro implícito en caso de sabotaje, atentados u otros conflictos.

Habría que realizar previamente un estudio sísmico de la zona concreta donde se situará la ATC y esto no se ha realizado aún según investigadores del IGME; por el contrario si que se ha determinado actividad sísmica en la zona: en 2009 en Monreal del Llano con 2.4 de intensidad, 2008 Los Hinojosos con 3,2 de intensidad, 2011 Belmonte con 3,1 de intensidad y el último hace unos días de nuevo en Monreal del Llano (25/12/2011) con 2,3 grados de intensidad.

Antes que nada habría que haberse planteado que opción es mejor en todos los aspectos (económico, ambiental y social), si un ATC o un ATI (Almacén Temporal Individualizado) en cada central nuclear teniendo en cuenta que algunas centrales ya cuenta con ellos. La elección del ATC hace pensar que el estado no está dispuesto a fijar una fecha de cierre límite para las centrales nucleares, que pretende seguir sacando residuos de forma indefinida, sin tener previsto un plan para el futuro.

El ATC presupone la existencia de transporte de material radiactivo por toda la península desde las centrales hasta el almacén, lo que conlleva el riesgo de que este material pueda sufrir algún altercado en dicha manipulación y por tanto el riesgo de zonas vulnerables a un accidente nuclear se eleva sensiblemente.

No queremos por estás y muchas más cosas que, probablemente, se nos queden en el tintero, la ATC en Villar de Cañas, ni en Castilla-La Mancha ni en ninguna otra localidad. Pedimos al gobierno que invierta en I+D lugar de hacer recortes y esconder la basura debajo de la alfombra para que sean las generaciones venideras las que tengan que afrontar sus desaguisados. Pedimos que se marquen una fecha para el cierre de las centrales nucleares españolas en lugar de alargarles la vida, cosa que que eleva la probabilidad de un desastre nuclear en nuestro país. Les llamamos encarecidamente una vez más a la inversión en energías renovables, fuentes de trabajo y de respeto por el medio ambiente. Tenemos excedente de potencia eléctrica instalada. La energía nuclear ocupa el 20 % de la producción energética española, pero supone solo el 4% del consumo total, por lo que podríamos prescindir de ella derivando este consumo hacia la energías renovables paulatinamente. España tiene el privilegio de numerosas horas de Sol y llanuras y costas propicias para la energía eólica. Necesitamos una ley de ahorro energético eficaz para evitar el derroche, y consumir energía de manera sostenible. Para eso hace falta más inversión en futuro y no en esconder el presente.




No hay comentarios:

Publicar un comentario